1, EVALUACION SITUACION ACTUAL
1,1 RESUMEN GENERAL El Sector Eléctrico Nacional, el Sistema Interconectado SIN y el servicio eléctrico están inmersos en la inviabilidad económica y financiera, la gestión ineficiente e ineficaz, los desequilibrios, el retraso tecnológico, el aislamiento y rezago sectorial, el deterioro sostenido, la opacidad informativa, la falta de planificación, la desprofesionalización, la burocracia y la corrupción.
Adicionalmente, la ausencia de una política energética integral y coherente, ha impedido que Venezuela aproveche adecuadamente su extenso potencial de energías primarias para la producción eficiente y sostenible de energía eléctrica.
El estado del Sistema Eléctrico Nacional es de absoluta precariedad, caracterizado por el racionamiento continuo, así como por la alta frecuencia y duración de las interrupciones del servicio. Ante la imposibilidad de acceder y disfrutar de un servicio eléctrico continuo, confiable y seguro la sociedad venezolana ha visto mermada su calidad de vida y el país ve comprometido su desarrollo económico y social por la falta de energía.
Venezuela, en los actuales momentos pasó de ser un país totalmente electrificado y con un sistema robusto, otrora ejemplo en Latinoamérica que poseía un moderno parque de generación hidroeléctrica y térmica, una red de transmisión adecuada a nuestros requerimientos una red de distribución confiable para atender la prestación del servicio eléctrico continuo y de manera confiable en industrias, comercios y en comunidades tanto agrícolas como residenciales, a poseer una Industria Eléctrica y un sistema eléctrico en colapso operacional, deteriorado, difícil de rehabilitar y recuperar, por haberse instalado en Venezuela un régimen de gobierno arbitrario y dominado por la corrupción.
El rasgo más resaltante de la situación actual que atraviesa la Industria Eléctrica Nacional es el desequilibrio oferta – demanda que se traduce en la incapacidad del Sistema Eléctrico Nacional de satisfacer la demanda actual y futura de energía eléctrica e inducen al inevitable y continuo racionamiento de grandes bloques de energía.
Un análisis de la evolución de la demanda eléctrica del país muestra que en el período 1998 – 2006 se registró un crecimiento sostenido de la misma que promedio un 4,4%.
En el siguiente período comprendido entre 2007 – 2013 se observa un promedio de crecimiento interanual de la demanda de 2,4% con dos años en los cuales se observa un decrecimiento el 2007 y el 2010.
Para el año 2013, se registra la demanda de energía eléctrica histórica más alta en el Sistema Eléctrico Nacional que ascendió a 18.696 MW. Producto de la recesión económica, la crisis eléctrica registrada en el año 2016, los racionamientos de energía y la disminución de la actividad industrial y comercial, el periodo 2014 – 2018 se caracteriza por una disminución sostenida de la demanda que promedia el -5,5% interanual.
Para el año en curso, se estima una demanda máxima de 13.900 MW lo cual marca un retroceso que nos lleva a los niveles registrados en el año 2004.
En los últimos veintiocho años, 1990 a 2018, se ha experimentado un crecimiento promedio de la demanda de 2,2% interanual y si descontamos de ese período el comprendido entre el año 2013 y 2018 ese promedio asciende a 3,9%. En términos de ritmo de crecimiento de la demanda, en los últimos años no se ha registrado un crecimiento desmesurado de la misma, que pueda justificar el constante racionamiento de energía eléctrica que hoy experimentan los usuarios.
Al inicio del gobierno de turno, a finales del año 1998, la capacidad instalada de generación era de 20.000 MW, (suma de producción eléctrica hidráulica y térmica) con una disponibilidad de generación de potencia de 14.200 MW que permitía atender con suficiencia la demanda máxima nacional de 11.000 MW, manteniendo una importante reserva operativa para cubrir cualquier eventualidad. Actualmente en el año 2019, el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) posee una capacidad instalada nominal de generación de poco más de 34000 MW, sin embargo; su capacidad operacional disponible es incapaz de cubrir con calidad mínima una demanda eléctrica nacional estimada entre 11500 -12500 MW y deben ser racionados entre 1000 a 1500 MW diarios. Es decir, la gestión socialista del actual régimen de gobierno ha impedido a Venezuela ingresar al siglo XXI, ¡en términos de suministro eléctrico…!
La desatención al sistema eléctrico al no haber planes concretos de expansión acordes con el crecimiento poblacional, con el sostenimiento del parque industrial, con la atención del sector agropecuario y con el desarrollo comercial del país en años sucesivos, provocó una crisis de energía a partir del año 2003, la cual se ha acentuado con ribetes de cronicidad creciente y permanente, extendiéndose la afectación de la prestación del servicio eléctrico a lo largo de la geografía nacional, produciéndose un racionamiento extensivo, paralización de las Industrias Básicas de Guayana,de comercios en general, de institutos educacionales y de todos los sectores productivos del país.
El mediocre desempeño del SEN y de la prestación del servicio eléctrico posee causas multifactoriales sin embargo; la ineficiencia manifiesta y las decisiones gerenciales equivocadas por ignorancia supina y corrupción de quienes han regido y rigen el sector eléctrico, se presentan como variables de la mayor importancia en la generación de la crisis, la cual; pretende ser explicada y cubierta mediante declaraciones destempladas atribuyendo como causas manifiestas al sabotaje ciudadano, a la supuesta demanda creciente, al consumo irracional de los usuarios, llegándose al colmo de culpar a previsibles fenómenos naturales como El Niño y a especies animales por la intromisión en redes y elementos del sistema eléctrico, para producir la interrupción del servicio.
Las causas de la crisis eléctrica son fácilmente identificables, siendo enumeradas sin orden de prioridad o jerarquía, entre otras:
- Creación de empresa holding CORPOELEC con sede en Caracas, sustituyendo a las empresas existentes (estatales, mixtas y privadas) en todo el país
- Centralización de decisiones técnicas y financieras, retardando labores operativas y de mantenimiento.
- Designación de gerencia atendiendo a “fidelidad” política y no a conocimientos técnicos
- Despidos y marginamiento de personal profesional con experiencia y capacidad técnica incuestionable
- Ausencia de capacitación y adiestramiento del personal de nómina o por ingresar a la empresa
- Inobservancia, violación e incumplimiento de criterios técnicos, rutinas, procedimientos, planes, protocolos técnicos y económicos propiciados por la carencia de planes y programas corporativos de corto, mediano y largo plazo tendientes a asegurar la eficiencia operativa del sector eléctrico.
- Falta de autosuficiencia económica del sector y el uso inadecuado de los recursos financieros aportados
- Incompetencia de gestión demostrada en ejecuciones presupuestarias carentes de ejecuciones físicas
- Contratación de empresas foráneas de proyectos y de construcción, en detrimento de la ingeniería y de la industria nacional
- Paralización y eliminación de proyectos de generación, transmisión, y distribución eléctrica • Decisiones gerenciales erradas, improvisadas y sesgadas
- Tarificación eléctrica congelada e insuficiente
- Contratación de personal extranjero sin experticia técnica
- Elementos de red del sistema eléctrico con vida útil vencida
- Compras de equipos, materiales y herramientas de baja calidad
- Dispersión, ausencia y ejecución desarticulada de planes, mecanismos y acciones de coordinación de gestión entre los sectores eléctrico y petrolero originó grave y crónico déficit de combustibles para el parque termoeléctrico nacional
- Abandono de programas de mantenimiento en todos los segmentos del sector.
- Corrupción en todos los segmentos del sector eléctrico
- Ausencia de las funciones y ejecuciones de contraloría por parte del Estado Lo anterior conduce a consecuencias muy marcadas:
- Mediocre prestación servicio eléctrico para el pueblo venezolano.
- A la indisponibilidad del parque térico instalado
- Sobreexplotación de la generación hidroeléctrica
- Violación permanente de los límites de transmisión
- Deterioro incesante del sistema eléctrico en general
- Colapso del Sistema de Distribución y Comercialización
- Provocación intencional de la crisis para decretar emergencia eléctrica
- Ausencia de planes y rutinas de mantenimiento del sistema
- Despilfarro consciente y continuo de recursos financieros
- Compras arbitrarias, sobrevaloradas e innecesarias “respaldadas” por decretos de emergencia eléctrica
- Se favorece la corrupción y las malas prácticas en la empresa
- Abandono de la medición del consumo y por ende de la comercialización
- Reducción de los ingresos reales de Corpoelec
- Derrumbe de la facturación industrial y comercial
- Carencia de materiales, herramientas, equipos y vehículos para atender las necesidades de la prestación del servicio eléctrico
- Diáspora de personal técnico especializado por desmotivación
- Malestar en el clima laboral de la empresa
- Alta Gerencia actuando como comisarios políticos amenazando al personal
- Opacidad total y manipulación de los índices técnico-económico-financieros de Corpoelec
- Crisis económica e hiperinflación potencia las dificultades del sector
La prolongada crisis eléctrica que azota al país por causas multifactoriales arriba identificadas, está concatenada con el colapso de la industria petrolera nacional (IPN) originándola crisis energética que padece Venezuela la cual se manifiesta a la ciudadanía en la incapacidad del sector eléctrico de brindar un servicio de calidad y en la crisis y déficit crónico de combustibles originándose un nefasto círculo vicioso.
Las fallas y pésima calidad del servicio eléctrico contribuyen en gran medida a las fallas del sector petrolero y este a su vez, al no poder operar eficientemente, es incapaz de abastecer al sector eléctrico de los combustibles líquidos y gaseosos requeridos para la operación del parque termoeléctrico nacional. La generación termoeléctrica es complemento indispensable de la generación hidráulica para asegurar un servicio eléctrico de calidad y brindar seguridad energética a la nación.
Adicionalmente, la destrucción del salario y de las condiciones de trabajo en el sector eléctrico condujo a la desprofesionalización y a la diáspora de personal gerencial y técnico calificado estimada en 60% del total del personal lo cual, impone severas limitaciones para la operación, así como para la aplicación de programas de mantenimiento y rehabilitación del sistema eléctrico.
Lo anterior establece la urgencia inaplazable de aplicar con carácter de emergencia acciones y medidas políticas, legales, técnicas, financieras y de gestión para en el corto plazo estabilizar, rehabilitar la infraestructura de generación, transmisión, distribución y comercialización existente y a mediano y largo plazo, considerar la expansión planificada del sistema eléctrico nacional de manera que este pilar fundamental para la nación, permita cubrir con suficiencia y calidad de servicio el incremento de la demanda eléctrica nacional producto de una inminente reactivación económica de la nación.
Obviamente, cualquier medida destinada a resolver la crisis eléctrica y energética nacional – ocasionada intencionalmente por el actual régimen como control social – es inútil y de difícil aplicación, sin antes realizar el cambio de modelo político que impera en Venezuela.
1.2 GENERACIÓN ELÉCTRICA
A pesar de la merma actual que exhibe la demanda eléctrica en Venezuela (Consumo equivalente al año 1998) motivado por la paralización económica de la nación, materializado en un mínimo consumo regional de Guayana y con un 90% del parque industrial y comercial del país paralizado, o sin el mismo ritmo de actividad de antaño, la producción de energía eléctrica no puede ser atendida en horas pico por la insuficiente capacidad de generación disponible.
1.2.1 CONTEXTO
El sistema eléctrico nacional (SEN) para el año 2019, posee una capacidad de generación instalada total de aproximadamente 34383 MW, discriminada de la manera siguiente:
- Parque Termoeléctrico: 17985 MW (52,4%)
- Parque Hidroeléctrico: 16228 MW (47,3%)
- Parque Eólico 125 MW (0,4 %) La capacidad operativa actual del SEN se estima en 14933 MW (44%) discriminado de la manera siguiente:
- Parque Termoeléctrico 3229 MW (9,4%)
- Parque Hidroeléctrico 11704 MW (34,2%)
Al analizar la discriminación de la capacidad de potencia de generación disponible, se aprecia fuera de servicio:
- 82% del parque termoeléctrico,
- 28% del hidroeléctrico,
- 100% de parque eólico.
La gran diferencia entre la capacidad de generación instalada y la capacidad disponible producto de obsolescencia, tecnología inadecuada e ineficiente, falta de mantenimiento, proyectos inconclusos y gestión inadecuada se ha venido agravando en los últimos años. En el período 2009 – 2018 la indisponibilidad del parque de generación del país se ha duplicado y pasó del 30% a niveles que en 2018 superan el 60% de la capacidad de generación total instalada en el país. De hecho, de la capacidad instalada en 2019 solo están operativos unos 14.933 MW que representan un 44%.
De acuerdo a la información disponible, al menos desde el año 2009, la capacidad de generación disponible es superada por la demanda máxima. A pesar de la disminución sostenida de la demanda a partir del año 2013, la situación creciente de la indisponibilidad del parque de generación no ha logrado revertirse.
Por criterios de confiabilidad en el manejo de Sistemas Eléctricos es necesario que el Sistema Interconectado Nacional cuente con una capacidad de reserva de al menos un 30% por encima de la demanda. Esto quiere decir que hoy, tomando en cuenta la demanda real, la capacidad instalada disponible debería estar por el orden de los 18.200 MW.
Si consideramos la demanda estimada en el escenario bajo del PDSEN 2004 – 2015 para el año 2019 (21.737 MW) entonces el país debería contar con al menos 28.000 MW de capacidad de generación disponible. El déficit operativo en generación está entonces en el orden de los 4.400 MW considerando la situación actual de la demanda y de los 14.200 MW si la economía y el desarrollo del país no se encontraran ralentizados.
Queda claro que el suministro eléctrico del país en los momentos actuales depende del sistema de generación hidráulico, especialmente de las centrales del bajo Caroní, causando sobreexplotación de las fuentes hidráulicas y exponiendo al servicio eléctrico a incertidumbres operacionales en las épocas en las cuales se presentan fenómenos cíclicos naturales, tal como el fenómeno El Niño, cuyas consecuencias para Venezuela son fuertes sequías.
1.2.2 INDISPONIBILIDAD DE LA GENERACIÓN ELÉCTRICA
Indisponibilidad Hidroeléctrica
La indisponibilidad del 28% exhibida en la generación hidroeléctrica es causada por la desinversión causada por el incumplimiento de los programas de mantenimiento y de proyectos dirigidos a la modernización y actualización en las unidades generadoras y de la infraestructura asociada a las centrales del bajo Caroní, así como en las centrales localizadas en la región Sur-Occidental del país.
Es de especial atención la situación de indisponibilidad del 38% de la capacidad instalada en la Central Simón Bolívar de Guri la cual presenta fuera de servicio las unidades 2, 9 y 10 de las Casa de Máquinas 1 y las unidades 14, 16, 18 y 20 de la Casa de Máquinas 2, para un total de 3769 MW. La central Antonio José de Sucre (Macagua) presenta una indisponibilidad del 25% de la capacidad instalada, destacándose unidades fuera de servicio desde el año 2012 por razones de mantenimiento.
En la región suroccidente del país se encuentran indisponibles 759 MW (65%) de la capacidad instalada en la región. Se destacan la total paralización de la Central José Antonio Páez (240 MW) y el 52% fuera de servicio (269 MW) que presenta la Central Fabricio Ojeda (La Vueltosa). Ese 65% de capacidad fuera de servicio coloca en condición muy crítica el suministro eléctrico a la región Suroccidental del país, debido a que tampoco existe suficiente capacidad de generación termoeléctrica y limitaciones de capacidad para importar energía desde el sistema interconectado nacional.
Indisponibilidad Termoeléctrica
El parque termoeléctrico nacional presenta 82% de indisponibilidad global, es decir. 14747 MW se encuentran fuera de servicio. Las causas del mediocre desempeño exhibido por la generación termoeléctrica se fundamentan principalmente en las causas siguientes:
- Abandono de los planes de expansión del parque termoeléctrico
- Falta de mantenimiento
- Crónico y severo déficit de combustibles.
Expansión del Parque Termoeléctrico sin Planificación
El abandono de la expansión planificada del parque termoeléctrico originó la instalación a lo largo y ancho de la nación de centrales termoeléctricas de diversas capacidades y tecnologías, incluyendo unidades de generación distribuida accionadas con motores de combustión interna, sin disponerse de infraestructura adecuada de suministro de combustibles ni tampoco, medios alternos de abastecimiento que permitieran la continuidad operativa del parque instalado. La diversidad de tecnologías de generación utilizadas, las severas deficiencias de diseño e implantación de los proyectos, así como la corrupción generalizada en la implantación de esa expansión condujo a disponerse de una capacidad instalada de generación termoeléctrica la cual, en muchos casos no podrá ser utilizada o en el mejor de los casos, utilizada a medias. Existen casos emblemáticos de centrales tales como Don Luis Zambrano (DLZ), (Ciclo combinado de 450 MW), localizada en El Vigía, Edo. Mérida, instalada en el año 2012, la cual no puede operar a plena capacidad por variadas razones: Deficiencias de diseño, construcción y severo déficit de combustibles. Así como DLZ existen otras centrales recién instaladas tal como es el caso de San Diego de Cabrutica, Edo Anzoátegui (Turbo gas Ciclo simple 2×150 MW) la cual no posee suministro de gas.
Falta de Mantenimiento
La falta de mantenimiento se traduce en muchos casos en la sobreexplotación de las unidades generadoras y en otros, su salida de servicio por diversas causas no atendidas. Reportes internos de @Corpoelec indican para la fecha actual, 100% de paralización de las unidades turbo vapor del país (4246 MW instalados) y 86% del parque de generación turbo gas. Se conocen reportes de unidades de generación turbo gas paralizadas durante lapsos mayores de tres años por falta de mantenimiento y otras unidades, actualmente en operación, tal como es el caso de las barcazas instaladas en Vargas (Ciclo simple 2 x 170 MW), las cuales poseen registros de haberse superado por miles de horas los lapsos definidos para mantenimiento, lo cual va a ocasionar daños en las unidades las cuales tendrán que salir de servicio para efectuarles mantenimiento mayor o incluso, para renovaciones actualizaciones de muy alto costo y largo tiempo de implantación.
Problemática del Déficit de Combustibles
El colapso exhibido por la Industria Petrolera Nacional (IPN) agudizó el ya crónico déficit de combustibles para generación termoeléctrica.
La incapacidad para abastecer con combustibles de cualquier tipo (Gas, Diesel, Fuel Oil) al 85% de la capacidad termoeléctrica instalada (≈ 18000 MW) se traduce en un déficit de potencia local de generación lo cual, contribuye de manera determinante en la muy alta vulnerabilidad y la mediocre calidad de servicio eléctrico exhibido por el SEN. La tabla Nro. 1 muestra los requerimientos de combustible necesarios para accionar 60 % del parque de generación termoeléctrico nacional instalado.
Los requerimientos de combustibles mostrados en la tabla anterior, Diesel y Gas, no pueden ser abastecidos en la actualidad por la IPN y ante la incapacidad de aportar gas combustible, desde el año 2013 se ha recurrido de manera incremental a la importación de Diesel, estimándose para el año 2018 un promedio de cuarenta mil (40000) barriles diarios, lo cual representa un desembolso anual estimado en poco menos de 1400 MMUS$. Algo económicamente inviable para una economía en recesión como la venezolana.
En el caso del gas, la problemática del déficit presenta dos causas: Déficit de producción y falta de infraestructura de procesamiento, transporte y suministro del combustible. Aportar los 2930 MMPCGD de gas requeridos para accionar el 60% de la capacidad de generación termoeléctrica instalada se traduce en la necesidad de duplicar el actual aporte de gas para generación y, además, duplicar la actual red de gasoductos y plantas de procesamiento existentes en el país. Los desembolsos estimados por la infraestructura de gas rondan los 12000 a 15000 millones de US$ y su implementación, requiere un lapso de 8 a 10 años.
La falta de combustibles primarios (gas y Diesel) impide operar un estimado de 3800 – 4000 MW de generación termoeléctrica a nivel nacional.
La diversificación de la matriz de combustibles es una de las claves para recuperar la seguridad energética de la nación. La situación de falta de potencia de generación termoeléctrica, así como el déficit de combustibles coloca a Venezuela en una insostenible situación de inseguridad energética la cual requiere actuación con planes de emergencia a corto plazo, así como de mediano y largo plazo.
1.3 SISTEMA DE TRANSMISIÓN
Nuestro sistema de Transmisión de energía eléctrica evolucionó a pasos agigantados, de una sencilla red de transmisión a mediados del siglo XX, con manifestaciones aisladas de conexión eléctrica escasamente entre ciudades del Centro Norte-Costero, Caracas-Maracay-Valencia, de Puerto La Cruz a Cumaná y de Valera al Sur del Lago a una red en Occidente, a una compleja red de Ultra Alta Tensión, con tecnología de punta y que atraviesa el país de oriente a occidente.
El crecimiento natural de la demanda a nivel nacional obligó incrementar la generación de energía eléctrica, aprovechando nuestra condición de país petrolero y, por ende, la existencia de combustibles derivados del petróleo; y el inmenso potencial hidroeléctrico de las aguas del poderoso río Caroní.
Esto impulsó el desarrollo de sistemas de transmisión capaces de transportar grandes bloques de energía a largas distancias, alcanzándose un global de 22.236 Km de líneas de transmisión a diferentes niveles de tensión en la actualidad, desagregadas en 10.400 Km en 115 kV con 322 subestaciones, 5.462 Km en 230 kV con 50 subestaciones, 4.130 Km en 400 kV con 21 S/E, 2.224Km en 765 kV con 7 S/E, alcanzando un total de más de 22.000 Km de líneas de transmisión a nivel nacional, siendo Venezuela una de las pocas naciones a nivel mundial que posee una red troncal de 765 kV. El área de transmisión no escapa a la severa crisis que azota al sector eléctrico, mostrando a continuación algunos detalles de las dificultades que se presentan:
- a) Carencia absoluta de mantenimiento a las instalaciones existentes, tanto en líneas de transmisión como en subestaciones.
- b) Ausencia de ejecución de programas de pica y poda en corredores de líneas de transmisión, así como de desmalezamiento y limpieza de subestaciones.
- c) Violación de los límites de transmisión y falta de supervisión y control en las operaciones de despacho y administración de la energía eléctrica derivado de la desactualización y prácticamente abandono del Centro Nacional de Gestión (antiguo OPSIS)
- d) Obsolescencia de equipos en subestaciones.
- e) Sobrecargas de transformadores de potencia.
- f) Interruptores de potencia.
- g) Coordinación de protecciones.
1.4 SISTEMA DE DISTRIBUCIÓN
El sistema de distribución eléctrico es muy sensible pues aparte de fallas y averías en sus redes, cualquier evento en generación o en redes de transmisión, se reflejan en “Flickr”, apagones y “blackouts” en grandes zonas del territorio nacional, lo cual promueve las protestas ciudadanas. El estado actual de los sistemas de distribución de energía eléctrica se suma al desequilibrio oferta – demanda para conformar la situación de ineficiencia e ineficacia que hoy caracteriza al Sistema Eléctrico Nacional y lo imposibilita de servir la demanda de energía eléctrica. En el tiempo presente, los sistemas de transmisión y distribución a nivel nacional se caracterizan por:
1.4.1 Red
- Sobrecarga sostenida en Subestaciones, Circuitos Primarios y Transformadores.
- Obsolescencia en líneas, redes, equipos de maniobra y supervisión, y equipos de medición. Mas del 50% de las subestaciones de distribución superan los 40 años de antigüedad y más del 75% los treinta años.
- Procura insuficiente y desplazada en el tiempo.
- Retrasos y/o ausencia de ejecución de planes de inversión
- Limitada capacidad de transferencia en Subestaciones y Alimentadores.
- Deterioro de alimentadores y subestaciones por vandalismos y robos en partes del Sistema
- Subestaciones sin capacidad firme ≈ 70%
- Déficit de cuadrillas y de recursos (Vehículos, materiales, equipos, materiales)
- Infraestructura en mal estado, deteriorada y en riesgo de colapso.
- Subestaciones
- Transformadores
- Equipos de maniobra
- Equipos de protección
- Circuitos de transmisión y distribución
- Postes
- Casetas
- Sótanos y tanquillas
- Derechos de paso de líneas transmisión y distribución
- Falta de mantenimiento preventivo y correctivo en líneas y subestaciones.
- Termografía
- Pica y poda
- Inspecciones
- Pruebas
- Sistemas de supervisión, control y protección inoperativos y en mal estado. Abandono de lo Codos (Centros de Operación de Distribución regionales)
- Indisponibilidad y obsolescencia de capacidad de transformación en subestaciones de distribución. Gran cantidad de transformadores sometidos frecuentemente a severas condiciones de sobrecarga en las S/Es de Distribución.
- Falta de personal y equipos para atención de reclamos y averías 24×365.
- Falta de materiales y equipos en almacenes.
- Indisponibilidad de partes y repuestos en el mercado nacional.
- Violación de normas de distribución y transmisión tanto en instalaciones nuevas como en reparación de averías.
- Planos de los sistemas y planos de operación desactualizados.
- Instalaciones provisionales fuera de norma y en condiciones inseguras.
- Políticas de operación de los sistemas de transmisión y distribución con prevalencia de criterios políticos sobre los técnicos y con carácter discriminatorio.
1.4.2 Planificación
- La Planificación de los Sistemas se encuentra desfasada en tiempo y en incorporación de nuevas cargas:
- Solicitudes de Proyectos represados
- Cargas puntuales no planificadas con extensiones de redes ejecutadas a través de Gobernaciones, Alcaldías y Juntas Comunales
- Portafolios de Inversiones no ejecutados por falta de financiamiento o con financiamientos que no se pudieron ejecutar o se ejecutaron parcialmente por diversas causas no justificadas (último Portafolio de Inversiones priorizado: año 2014).
1.4.3 Alumbrado público
- Los Sistemas de Alumbrado Público deteriorados por falta de mantenimiento y ampliaciones:
- Déficit de cuadrillas y vehículos apropiados
- Déficit en la procura de materiales y equipos Retrasos en la construcción de nuevos proyectos de alumbrado
1.4.4 Medición
- Los Sistemas de Medición en Subestaciones de Subtransmisión y Distribución, presentan la siguiente situación:
- Obsolescencia en los equipos de medición
- Carencia de medidores de energía para restitución de medidores dañados u obsoletos, para nuevos suscriptores, etc.
- Falta de afericiones periódicas por abandono de los centros de aceración y control de medidores instalados, lo cual afecta directamente la facturación y por ende la capacidad financiera y operativa de la empresa suplidora de energía eléctrica en cada región o estado.
- Déficit en la información de curvas de carga por transformador y por salida de líneas.
1.4.5 Pica y poda
- No se cumplen los programas periódicos de Pica y Poda en Líneas Troncales y los Ramales. 70% aprox.
- No se cumplen los programas de desmalezamiento y poda en Subestaciones de Subtransmisión y Distribución. 85% aprox.
1.4.6 Organización y personal
- Poca integración entre diferentes Unidades Funcionales, con consecuencias directa sobre el desempeño del personal.
- Condiciones laborales desmejoradas de los trabajadores: Salarios precarios, pérdida acelerada del valor adquisitivo de las prestaciones sociales, ausencia de planes de ahorro, precariedad de los servicios de seguros médicos entre los más resaltantes.
- Cierre de Centros de Formación en la capacitación del personal técnico, linieros y oficinistas.
- Falta de funcionamiento de los laboratorios de prueba.
- Alta rotación de personal.
- Insuficiencia de Programas de Seguridad Industrial y déficit de dotaciones al personal (EPP) y a instalaciones (EPS)
- Carencia de equipos y herramientas de trabajo para las labores de mantenimiento y operación de líneas aéreas y subterráneas, y subestaciones
1.5 COMERCIALIZACIÓN
Los servicios de comercialización son todos aquellos asociados a la gestión del ciclo comercial y la atención a los usuarios del servicio energía eléctrica. El deterioro de la infraestructura eléctrica, la carencia de personal técnico competente, la falta de recursos materiales y financieros, así como las deficiencias gerenciales y administrativas conforman un panorama de gestión comercial ineficiente e ineficaz caracterizado, entre otras cosas, por:
- El proceso de comercialización está directamente unido organizacionalmente al proceso de distribución limitando la buena gestión comercial en la empresa.
- El pliego tarifario es vetusto pues data del año 2002.
- Los gerentes de comercial son seleccionados por filiación política y se presenta una alta tasa de renuncia de personal calificado, con experiencia en el área.
- Se carece de recursos materiales, humanos, viáticos, vehículos, camiones cesta, equipos de seguridad, equipo para maniobras eléctricas, equipos de medición y verificación, así como de normas y procedimientos.
- El proceso de facturación está migrando a facturas digitales. Este se presenta lento y con muchas limitaciones de recursos para su implantación. Solo se imprimen facturas para grandes usuarios y sector público.
- En la mayoría del país el pago solo se puede realizar por las oficinas
- Existe en promedio a nivel nacional un 40% de pérdidas no técnicas por diversos motivos:
- Los entes públicos en general son los que presentan la mayor deuda por servicio eléctrico y la gestión de cobranza es deficiente y en algunos casos no existe.
- Alta cantidad de usuarios ilegales y no registrados, colocando las perdidas no técnicas a exagerados niveles del orden de hasta 40 o más porciento en varias ciudades del territorio.
- Incapacidad de atender solicitud de nuevas conexiones sobre todo descargas comerciales e industriales.
- Sistema de registro y medición de consumos con aferición vencida y sin mantenimiento. Escasez de medidores.
- Sistema Terminales Portátiles de lectura TPL obsoleto e inoperativo.
- Bajísima efectividad, calidad y control de la le lectura de medidores.
- En región capital, de poco más de 1.000.000 de usuarios solo se está realizando lectura al 6% y la facturación total está en el orden de US$200, si se calculase al precio promedio internacional de otros países de la región.
- Proceso de facturación de baja calidad y sin controles efectivos que conduce a un alto porcentaje de estimaciones.
- Efectividad de recaudación y cobranza por debajo del 70% de la energía facturada y a un precio insignificante con respecto a tarifas de otros países suramericanos.
- Múltiples sistemas de gestión comercial que no se han integrado con diferentes criterios de gestión y políticas comerciales.
- Infraestructura de atención deteriorada, ineficiente y sin personal capacitado. Oficinas Comerciales Puntos de Pago Oficinas de Atención al Ciudadano Centros de Contacto Telefónico Agentes Autorizados
- Alta cantidad de reclamos técnicos y comerciales sin atender, especialmente los relacionados a daños de artefactos electrodomésticos, así como de equipos comerciales e industriales, por baja calidad del servicio eléctrico.
- Personal de incorporación de usuarios, lectura, facturación, atención de requerimientos y reclamos, planificación comercial y administración de sistemas comerciales sin las competencias adecuadas para las tareas.
1.6 INSTITUCIONALIDAD
La creación de la empresa estatal CORPOELEC y del MPPEE conjuntamente con el establecimiento de un modelo del sector que establece la reserva y dominio del estado en todas las actividades del sistema y servicio eléctrico con un modelo de gestión socialista ha devenido en problemas estructurales en el sector que se han traducido en:
- Ingobernabilidad del sector, producto del centralismo y de la pre eminencia de criterios politico-ideológicos sobre los criterios técnicos y operativos.
- Quiebra técnica y financiera. La recaudación no cubre siquiera los requerimientos necesarios para pagar la nómina. •
Dependencia de la aprobación de presupuestos adicionales para atenderlas necesidades de inversión, operación y mantenimiento.
- Inviabilidad económica – Alto grado de endeudamiento.
- Rezago de inversiones.
- Desprecio a la actividad gerencial.
- Concentración excesiva de toma de decisiones en los altos funcionarios del MPPEE.
- Burocracia excesiva y nepotismo
- Exceso de trabajadores en nómina (37.000) por cantidad de usuarios (6.000.000).
- Bajísima productividad del personal gerencial, técnico y administrativo.
- Prevalencia de criterios políticos sobre los técnicos tanto en la operación del sistema como en la toma de decisiones y formulación de políticas.
- Personal del MPPEE y de CORPOELEC desmotivado y carente de la competencias técnicas, comerciales y gerenciales requeridas.
- Contratos colectivos incumplidos y vencidos.
- Corrupción generalizada en los procesos de procura, comercialización, licitaciones, contrataciones y ejecución de proyectos de inversión y mantenimiento.
- Éxodo masivo de especialistas electricistas, ingenieros, gerentes y profesionales del sector eléctrico con experiencia reconocida a nivel nacional e internacional.
- Pobre capacidad de ejecución. Desde el punto de vista organizacional, técnico y administrativo la Industria Eléctrica Venezolana es incapaz de dar respuesta a los requerimientos que los actores del sector demandan para proveer y recibir un servicio eléctrico continuo, confiable y seguro. Las barreras políticas, legales, regulatorias y administrativas, así como el clima organizacional negativo y corrompido que prevalece en el sector, constituyen problemas estructurales, que deben ser atendidos y resueltos para lograr la recuperación de la industria.
- VISION ESTRATEGICA Y OBJETIVOS
El “Plan País” para la recuperación y transformación del sector de energía eléctrica venezolano tiene como objetivo estratégico principal revertir de manera rápida, eficaz y con gobernabilidad, la emergencia presente actualmente en el sector, ofreciéndole al pueblo venezolano un servicio eléctrico caracterizado por su continuidad, confiabilidad, estabilidad, modernidad y calidad, desarrollando una institucionalidad ágil, desconcentrada y descentralizada, privilegiando los criterios de sustentabilidad ambiental y transparencia en la gestión pública, con participación del sector privado en sus diferentes etapas, utilizando nuevas tecnologías y contribuyendo al desarrollo pleno del país.
La evolución y tendencia negativa de los indicadores asociados al sector revelan el pobre desempeño de la Industria Eléctrica Venezolana y dejan en evidencia la situación precaria en la que se encuentra el Sistema Eléctrico Nacional, hoy impedido de cumplir con sus funciones básicas lo cual ha conducido al deterioro sin precedente del servicio eléctrico.
Desde el punto de vista estratégico, la indisponibilidad y falta de acceso a la energía no puede convertirse en el talón de Aquiles de la recuperación económica y social de Venezuela, por el contrario, para retomar la senda del crecimiento y bienestar, es condición indispensable contar con un sector energético que técnica e institucionalmente pueda responder de forma oportuna y eficaz a los requerimientos que la sociedad venezolana le demande.
La recuperación y transformación del Sector Eléctrico Venezolano constituye una tarea compleja y supone un proceso que debe planificarse detalladamente y gestionarse de manera acertada y eficaz pues no son pocas las barreras, riesgos y amenazas que se pueden presentar en su ejecución. Una visión clara e inspiradora, liderazgo y una buena estrategia de cambio son elementos imprescindibles para alcanzar los objetivos propuestos. Esta tarea demandará de un equipo con sólida capacidad gerencial, amplios conocimientos de la industria eléctrica y primordialmente de comprobada ética profesional.
Para alcanzar esta meta, se plantean los siguientes objetivos específicos:
- Asumir el control de los procesos medulares del sector, asegurar la integridad de las instalaciones y garantizar la continuidad del suministro. La nueva administración que tenga la responsabilidad de asumir el control del SEV, cuando ocurra el cambio, tiene que estar preparada para hacerlo de manera rápida y garantizando la seguridad de las instalaciones. Para ello, deberá tener acordadas, con los entes que tendrán la responsabilidad de asegurar la integridad de la infraestructura estatal, el conjunto de acciones que aseguren la integridad física de la infraestructura eléctrica y permitan garantizar la continuidad del suministro, evitando con ello que se fortalezca cualquier condición inicial, potencialmente conflictiva, que pudiera presentarse por el cambio político.
- Lograr la despolitización del sector.
Es necesario despolitizar el sector eléctrico, eliminando la parcialidad política como requisito para detentar puestos claves, a fin de asegurar que los cargos de Dirección, Gerencia y de la jerarquía organizacional, sean ocupados por personas idóneas, que cuenten con la formación académica requerida y con los conocimientos, habilidades y capacidades que le permitan un desempeño profesional, signado por la ética, la estabilidad y la meritocracia.
- Revertir el deterioro de la infraestructura eléctrica y recuperar la calidad del servicio en el menor tiempo y al menor costo posible.
El SEV, atraviesa la peor condición operativa de su historia, los cortes del servicio eléctrico afectan a todas las ciudades del país y la recurrencia de los mismos, así como su tiempo de afectación, siguen en incremento por el creciente deterioro del SEV. El objetivo es revertir el deterioro de la infraestructura eléctrica del SEV y recuperar, en el menor tiempo y al menor costo posible, aquella que estando inoperativa es recuperable.
- El deterioro de la demanda y su potencial de recuperación. El objetivo de las acciones debe apuntar a que, ante un repunte rápido e importante, de la demanda de electricidad, esperable a partir del momento en que ocurra el cambio político, es disponer, a la brevedad posible, de un sistema eléctrico que estén capacidad de soportar un crecimiento de la demanda y del consumo de electricidad de hasta un 10% promedio interanual, por un período de 5 años consecutivos (2019-2023). Esa potencial tasa de crecimiento, a partir del 2019, significaría que la demanda máxima actual, de alrededor de 13.600 MW, pasaría a ser de 22.000 MW en el 2023 y que el consumo anual de energía eléctrica, pasaría de los 100.000 GWh/año, estimados para el 2018, a 160.000 GWh/año en el 2023.
- Solventar el deterioro y recuperar la operatividad de la capacidad de generación instalada en el país. Un objetivo específico y prioritario, ante el deterioro del parque de generación, es el de revertir, en el menor tiempo posible, la situación de creciente indisponibilidad y elevar los índices de disponibilidad del parque hidroeléctrico a un mínimo del 80% y el del parque termoeléctrico a un mínimo del 60%, en los primeros tres años, para así volver a tener un sistema eléctrico con reserva operativa suficiente que permita acabar con los racionamientos por insuficiencia de generación y también permita poder normalizar sus mantenimientos.
- Resolver el deterioro del sistema troncal de transmisión
El desafío prioritario es recuperar tanto la operatividad como la confiabilidad de la Red Troncal de Transmisión para garantizar su disponibilidad y el transporte seguro y confiable de energía eléctrica desde los grandes centros de generación, cuando estos se hayan recuperado, hacia los centros de consumo, tal como dicha red fue concebida.
- Recuperar el sistema nacional de distribución de electricidad Uno de los objetivos, cuyo cumplimiento demandará mayor esfuerzo y tiempo, es el de revertir la situación de abandono de la distribución de electricidad en Venezuela, cuya tendencia de desplome acelerado está llevando a la implosión del servicio eléctrico en el país. Recuperar los almacenes y dotarlos de los equipos y repuestos requeridos para los planes iniciales de mantenimiento y restitución de la operatividad de la red de distribución.
- Recuperar los servicios de atención al cliente y de gestión comercial.
Los usuarios se encuentran desamparados y desprotegidos ante el único prestador del servicio que por ser de carácter estatal y socialista no es penalizado por el deficiente servicio que presta.
El objetivo específico y prioritario en el área comercial y de servicios al usuario, es volver a disponer de canales de atención que se caractericen por un servicio de atención rápida y directa a los usuarios, con empleados conocedores del área y con oficinas dotadas para cumplir cabalmente con ese objetivo.
Asimismo, será necesario reducir, en un plazo no mayor de 5 años, las pérdidas no técnicas al menos a la mitad de sus montos actuales. Igualmente debe priorizarse la disponibilidad de suficientes medidores de energía y la restitución de los Centros de Aferición.
- Alcanzar la viabilidad financiera y la sostenibilidad económica del sector. El objetivo es erradicar la corrupta administración del sector, sanear su situación de pasivos crecientes y de insuficiencia de ingresos y alcanzar un sector viable y sostenible económica y financieramente.
- Rescatar el clima organizacional y restablecer las capacidades laborales requeridas para el buen desenvolvimiento del sector.
El desafío en el aspecto laboral es ejecutar las acciones que permitan eliminar la actual conflictividad laboral, sumar la masa laboral del sector al plan de recuperación y modernización del mismo, llenar la brecha creada por entrenamiento y capacitación insuficiente, lograr la adecuación progresiva de sus salarios para que puedan tener cada día una mejor calidad de vida e instaurar beneficios laborales que sean verdaderos apoyos socioeconómicos al trabajador, dejando de lado aquellos que solo favorecen a determinados grupos.
- Obtener los combustibles requeridos por la generación térmica.
La capacidad de generación hidroeléctrica instalada en el país pudiera suministrar, en condiciones de disponibilidad del 80%, unos 80.000 GWh/año, en promedio.
Esa capacidad de producción haría necesario disponer de unos 75.000 GWh/año del tipo térmico, al menos por un periodo de 5 años, para poder suplir un consumo anual de hasta 155.000 GWh, monto de energía que permitiría satisfacer un crecimiento promedio interanual del consumo de electricidad de 10% hasta el 2023.
El objetivo es coordinar y acordar las acciones que permitan lograr que los volúmenes de gas y combustibles líquidos que pueda disponer el sector petrolero, para su entrega al sector eléctrico, se incrementen progresivamente hasta que se tengan los volúmenes requeridos para producir los 75.000 GWh/año del tipo térmico.
- Establecer un marco legal de emergencia para la recuperación del sector y desarrollar el nuevo marco legal su modernización.
El desafío es ejecutar las acciones requeridas para detener el deterioro del SEV y revertir su condición de colapso, realizando las reformas legislativas requeridas al marco jurídico actual para el manejo de la emergencia, realizar las adaptaciones progresivas que contribuyan a regular, de manera apropiada, el proceso de transición hasta su recuperación y desarrollar un nuevo marco regulatorio, que sea acorde con las cambiantes circunstancias sociales, económicas y tecnológicas que se tendrán en Venezuela y que conduzca a revertir la estatización del sector, a promoverla competencia en el mismo y a crear las condiciones que incentiven y propicien la inversión privada y limiten la participación del estado a su rol regulador.
- Rediseñar la institucionalidad del sector para lograr su desconcentración y descentralización, generando esquemas de gestión con empresas regionales y empresas sectoriales que aceleren la recuperación del sector eléctrico.
La idea es generar una institucionalidad descentralizada y desconcentrada que permita el manejo del sector desde una perspectiva regional y sectorial, con un modelo de gestión que integre las diferentes unidades de negocio armonizándolas a nivel nacional en las labores de planificación, manejo y operación de todo el sistema interconectado.
- Restablecer el sistema abierto de información de la operación del sector eléctrico nacional e informar del avance del plan de recuperación y modernización.
Un objetivo importante es acabar con la opacidad que impera en la operación del sector eléctrico, que impide el acceso a información confiable para los diferentes sectores del país. La idea es transparentar la gestión publicando la totalidad de los parámetros claves para la evaluación del sistema.
- Generar modelos de gestión que garanticen la participación gradual y sustentable del sector privado de la economía en todas las fases de la prestación del servicio.
Si bien es cierto que el estado actual del sistema, su marco regulatorio, su pliego tarifario, resultan poco atractivos para la inversión privada, la idea es generar modelos de gestión para que, desde el mismo momento del manejo de la situación de emergencia, se estimule la participación privada como inversionista u operador en los diferentes componentes del sistema.
- Establecer un esquema de tarifas de cobro en el sector eléctrico que reconozca el verdadero valor de la energía y que a la vez atienda con gradualidad la situación económica de la sociedad venezolana, garantizando la sustentabilidad económica del sector privado que intervenga en el sector. 13. Iniciar los estudios para la implementación de mecanismos de subsidio a las familias de escasos recursos –en consideración de la debida gradualidad del proceso de incremento de tarifas para cubrir los costos del servicio – que les permitan satisfacer sus necesidades básicas y pagar los servicios públicos que requieren para mejorar sus condiciones de vida, mientras se eliminan los desequilibrios y distorsiones de la economía nacional y el aparato productivo del país genera las oportunidades de empleo que les permitan su sustento.
- Incorporar gradualmente las modernas tecnologías de energía sustentable para buscar el equilibrio del sector, además de obtener beneficios ambientales y económicos relativos al mercado de bonos por reducciones de emisión de CO2 entre otros.
Aunque nuestro país cuenta con grandes reservas en hidrocarburos y posee aun un alto potencial de incremento en el componente hidroeléctrico, debemos mantener como objetivo la incorporación paulatina pero constante, de nuevas tecnologías de generación de energía eléctrica.
Además de recuperar los proyectos de generación eólica en los estados Zulia y Falcón, y en general implementar este sistema de generación en otras zonas de alto potencial eólico como son los casos de Nueva Esparta y Sucre entre otros, se debe potenciar mediante una adecuada y moderna política de incentivos, el uso de la energía solar, la cual presenta en la actualidad una significativa revolución en cuanto al avance en su eficiencia y disminución de costos, que debe ser considerada como participante importante en una matriz energética moderna para nuestro país, en sintonía con la tendencia mundial de uso cada vez mayor de este tipo de energías, entre las cuales también destaca el uso de biomasa para generar energía, la generación mediante la recolección y procesamiento de desechos sólidos urbanos en proyectos de generación combinados con el uso y reciclaje de la basura por las entidades municipales y estatales.
- FASES PARA LA EJECUCION DEL PLAN
Desde el inicio las acciones que se ejecuten deben conducir a la rápida obtención de resultados y estar en concordancia con la gobernabilidad que demandará la crítica situación que vive la sociedad venezolana, la cual no permite margen de tiempo para el ensayo y error. Las propuestas y acciones deben ser certeras y capaces de maximizar la mejoría del sector eléctrico con un mínimo de recursos, teniendo en cuenta las dificultades y restricciones económicas que vive el país. Por tanto, se impone una priorización ponderada y armoniosa de lo que se debe hacer y de cómo se debe hacer.
Esa priorización solo puede ser lograda por un equipo de alto desempeño y comprobada honradez, en donde impere la ética y el profesionalismo y que entienda a cabalidad la cadena eléctrica. Es la vía para alcanzar, en el menor tiempo y al menor costo, la confiabilidad operativa del sistema eléctrico interconectado y optimizar el despacho de la energía que se produzca en el mismo. Se considera que para abordar la recuperación y modernización del sector eléctrico nacional se contemplen 4 fases:
Una fase previa al cambio político, en la cual se deberán conformar los equipos de trabajo para el diseño de cada una de las acciones de recuperación del sector eléctrico.
- Una primera fase de la emergencia inicial (emergencia y corto plazo), inmediatamente posterior al cambio político, y que se estima de 18 meses para revertir totalmente la actual situación de deterioro, a partir del momento que se dispongan los recursos.
- Segunda fase de transición y transformación (mediano plazo), que se estima tomará otros 18 meses para llenar la brecha de formación y capacitación que presentan los recursos humanos del sector y para adecuar la organización del mismo, según la visión de largo plazo que se haya consensuado.
- Una tercera fase de consolidación y modernización (largo plazo), que se estima de dos años, en la cual se consolidaría la estructura organizacional del nuevo modelo de sector, hasta su transformación, sentando bases sólidas para su continua modernización. Para cada una de estas fases se desarrollará un plan detallado consistente de objetivos específicos, políticas, acciones, indicadores y metas que permitan desarrollar el plan exitosamente. Para efectos de la presentación política de este plan podrán incluirse otros hitos temporales que resulten convenientes para la comunicación del plan, a saber:
Acciones en los primeros 30 días Acciones en los primeros 100 días Con la finalidad de completar esta fase del diseño del PLAN PAIS se debe entonces designar los equipos para el trabajo concreto en las diferentes áreas:
- Generación
- Transmisión
- Distribución y Comercialización
- Institucionalidad del sector
- Marco regulatorio
- Gobernabilidad y RRHH
- Aseguramiento de instalaciones
- Pliego tarifario y subsidios
- Expediente de irregularidades y corrupción administrativa Cada uno de los equipos debe producir un informe asociado a su sector que incluya el desarrollo para cada una de las fases del desarrollo del plan: emergencia, corto, mediano y largo plazo.